¿Cómo reconocer la dismorfia corporal?

By in Lunik Blog

La dismorfia corporal es un tema realmente serio que cada vez afecta a más personas en una sociedad en la que la imagen juega un papel fundamental: la presión, el perfeccionismo exacerbado, la obsesión por el culto a la imagen…

La dismorfia no se trata tan solo de un problema relacionado con la baja autoestima o la mala imagen corporal; es un trastorno de ansiedad muy incomprendido con fuertes vínculos de rasgos obsesivo-compulsivos, y puede causar grandes dificultades para las personas que lo padecen.

A pesar de que afecta a muchas personas, los síntomas y signos de este trastorno pueden no ser visibles a simple vista, por lo que resulta fácil que pasen desapercibidos incluso por amigos y familiares si no están familiarizados con este problema. Lo que puede parecer vanidad o una curiosa obsesión puede en realidad ser indicativo de un problema mental que requiere ayuda profesional.

 

Pero, ¿cómo se pueden detectar los signos de la dismorfia corporal?

Este trastorno afecta a hombres y mujeres por igual, pero existen algunos factores de riesgo que favorecen el desarrollo de la dismorfia corporal como:

  1. Presencia de otros problemas mentales como la depresión, la baja autoestima y los trastornos alimentarios graves como la bulimia y anorexia
  2. Factores externos: El entorno familiar, las relaciones sociales…
  3. La salud

A pesar de que todos los factores anteriormente citados influyen, la razón causante de la dismorfia no es algo que siempre pueda predecirse con exactitud.

Las personas que sufren de dismorfia a menudo son víctimas de una imagen distorsionadas de sí mismos: Va mucho más allá de sentirse deprimido porqueno me gustan mis muslos o porque mi nariz es un poco asimétrica.

A continuación te hablamos de los signos de alarma más evidentes y llamativos sobre este trastorno mental para que puedas identificarlo y entenderlo con más facilidad:

No se les puede tranquilizar acerca de un problema corporal particular

La dismorfia corporal no suele darse en un conjunto general, es decir, las personas que la padecen suelen enfocar y fijar la obsesión en una parte concreta de su cuerpo:  la nariz, la piel, el pelo, el abdomen….

Este trastorno se clasifica como un trastorno de ansiedad a largo plazo ya que, durante un período de tiempo de larga duración se presta demasiada atención a la imperfección que es percibida por el paciente. El punto de vista que tiene el paciente dismórfico se encuentra absolutamente distorsionado y los patrones de ansiedad que se dan durante los años refuerzan la idea de que la parte del cuerpo que considera defectuosa es fea y que nadie más le da una opinión sincera al respecto.

Pensamientos negativos, angustiosos y recurrentes sobre su cuerpo

La Asociación de Ansiedad y Depresión Americana define la dismorfia corporal como un“trastorno de preocupaciones persistentes de un defecto imaginado o leve”.  Los pensamientos sobre el cuerpo que tiene un dismórfico resultan repetitivos y están fuera de su control. Interrumpen otras tareas y les causan un intenso sufrimiento.

Esta combinación de intrusión y angustia es una característica de los trastornos obsesivos compulsivos, en los que la mente del paciente es incapaz de salir de su bucle de pensamiento obsesivo, causándole una gran preocupación emocional y sentimiento de tristeza.

Relación de amor-odio con los espejos

Se podría esperar que las personas dismórficas evitasen los espejos por completo, pero el componente obsesivo del trastorno provoca que puedan darse 2 vertientes: Por un lado están las personas que evitan los espejos debido al miedo y a la angustia que les provoca el hecho de ver su defecto; por otro, se encuentran las personas con dismorfia corporal que buscan constantemente espejos de manera compulsiva para verificar la existencia de su “problema físico” y aplicar maquillaje, cambiarse de ropa, elegir un peinado que disimule su defecto… Si un amigo o miembro de la familia parece tener una extraña dependencia o evitación cuando se trata de espejos, esto puede ser una señal de que algo más profundo está sucediendo.

Existencia de hábitos obsesivos que giran entorno a su apariencia física

Uno de los “rituales” o hábitos más obvios de los dismórficos corporales es la atención obsesiva a la apariencia, generalmente enfocada en el defecto percibido. Estos pueden tomar muchas formas, incluyendo ocultamiento, uso cosmético intenso, control patológico del peso, selección de la piel y extracción del vello. Los comportamientos obsesivos que sufren, tienen como objetivo tranquilizarles y hacerles sentir un alivio temporal, ya que a corto plazo vuelven.

Evitan las relaciones sociales por temor al juicio

Como consecuencia de este trastorno, las personas que lo sufren pueden sentirse seriamente aislados. El desarrollo de la ansiedad intrusiva que rodea la apariencia física a menudo conduce al aislamiento social del paciente, ya que quieren ocultar su “defecto” a sus amigos y familiares, y no sufrir el juicio de exponerlo a extraños. Si logran salir, no podrán disfrutar plenamente, ya que estarán atentos y preocupados debido a su fallo corporal. Esto puede llevar a percepciones dañinas de vanidad o poca profundidad, o frustración entre sus amigos de que no puedan “dejarlo ir”.

Su vida sufre las consecuencias de su distorsión

Los amigos frustrados y el aislamiento social son solo el comienzo cuando se trata de las ramificaciones de la dismorfia corporal. Al igual que otros trastornos de ansiedad con componentes intrusivos, la dismorfia corporal “se hace cargo” de la vida interna de un paciente, distrayéndolos del trabajo y las amistades, y haciéndolos particularmente aislados en las relaciones íntimas, ya que no se les puede asegurar su propio atractivo. Es lo que se llama “interrupción del funcionamiento”, que es una forma elegante de decir que se convierte en una prioridad y dificulta todo lo demás. El tiempo, la atención y el dinero de un cuerpo dismórfico están íntimamente ligados a su defecto, y otras demandas sobre esas cosas siempre serán tratadas como las mejores.

Creen que la cirugía será la solución a sus problemas

En muchos casos, las personas que padecen dismorfia corporal se plantean someterse a la cirugía plástica para solucionar el problema, pero esto no es lo que acaba sucediendo ya que en estos casos el “defecto” en cuestión está en la percepción mental del paciente y no en el propio cuerpo, por lo que estas personas sentirán una satisfacción temporal pero la ansiedad regresará a medio plazo.

La importancia de buscar ayuda

Si después de haber leído este artículo piensas que alguna persona de tu entorno sufre de dismorfia corporal, es fundamental que seas consciente de todo lo que implica: no es un problema psicológico menor. La creencia sobre sus defectos es real y puede generar mucho dolor y ansiedad.

A menudo los tratamientos serán a largo plazo e involucrarán terapia cognitiva conductual y quizás medicación. La constancia en el tratamiento y el esfuerzo serán claves para poder curarse.  Por ello, es muy importante que las personas afectadas por este trastorno acudan a un psicólogo o psiquiatra profesional que pueda poner a su disposición un tratamiento que se adapte a sus necesidades individuales. En Lunik contamos con un equipo de profesionales cualificados que podrán ayudarte a detectar el problema y derivarte al especialista pertinente; recuerda que la belleza exterior es importante pero la belleza interior comienza queriéndose a uno mismo.