En verano toca descansar, disfrutar del buen tiempo y relajarse, ¡excepto con nuestra piel! Con el aumento de la exposición solar durante el verano, los rayos UVA y UVB aumenta el daño sobre nuestra piel: la playa, los paseos, las barbacoas, la piscina… Todas estas situaciones lo que hacen es generar un gran estrés en nuestra piel, por lo que especialmente después de estos meses las rutinas y cuidados de nuestra piel resultan imprescindibles.
Es realmente importante enfocarse en mantener una rutina regular que nos permita reparar el daño y recuperar la hidratación facial y corporal. Por eso desde Lunik hemos recogido y elaborado una lista con los rituales y consejos más importantes para volver a la normalidad después del verano y conseguir que vuestra piel, ¡brille más que nunca!:
Las duchas, ¡de agua fría!: El agua fría funciona como un tonificante natural y puede retraer la piel temporalmente, lo cual es bueno si la piel está inflamada o hinchada gracias a que favorece la circulación sanguínea (como en el caso de los ojos hinchados). Incluir un lavado de cara con agua fría por las mañanas puede ayudar a que nuestra piel se despierte y se refresque.
Un sí rotundo a la exfoliación: Exfolia tu piel para conseguir una piel más tersa y suave. La exfoliación elimina los restos de la piel muertos y opacos que congestionan la piel. Además, al exfoliar, logramos mejorar la hidratación que proporcionan los tónicos y humectantes.
Y, ¿cuándo es el mejor momento para realizar una exfoliación? Nuestra recomendación es que lo apliques por las mañanas antes del tónico, la crema hidratante (que sellará tu piel y conservará la hidratación), el factor de protección solar y el maquillaje. Te sorprenderá lo mucho que te lo agradece tu piel y además, ¡el maquillaje durará mucho más con la piel exfoliada!
Mascarillas para conseguir la hidratación que necesitas: Con las mascarillas podemos mejorar el nivel de hidratación de nuestro tipo de piel (existen diferentes tipos de mascarillas según las necesidades y tipos de piel). Lo ideal es utilizarlas 1 ó 2 veces a la semana. Siempre se conseguirán mejores resultados si combinamos las mascarillas con la aplicación de crema hidratante, sin olvidar los bálsamos labiales para la zona de los labios.
El agua, ¡tu mejor amiga de ahora en adelante!: Las altas temperaturas de la época estival y la cantidad de tiempo que pasamos al aire libre realizando actividades conllevan una deshidratación a nivel interno, lo que provocará un aumento de los dolores de cabeza, mareos y fatiga. Pero, ¿cómo solucionarlo? Muy sencillo: Beber un mínimo de 1,5 litros de agua al día te ayudarán a mantener el equilibrio de humedad del cuerpo y de la piel, ayudando además a la desintoxicación de toxinas presentes en el organismo. Recuerda: ¡Si eres de las que empieza el día con café y tomas bebidas con cafeína a lo largo del día, tendrás que triplicar la cantidad de agua que bebes!
Nada de guardar el protector solar en el cajón durante los meses de invierno: ¿Que por qué? La piel de nuestra cara, cuello y escote está expuesta durante todo el año a los rayos del sol por lo que no es suficiente aplicar protector solar solo en verano. Hay que incluir los FPS en nuestra rutina diaria de belleza de cada mañana y aplicar la cantidad suficiente de producto. La mayoría de estudios realizados señalan que las personas no aplican la protección solar necesaria para protegerse de la luz solar como deberían.
Desde Lunik te recomendamos que para que elijas la crema de protección solar que más se adapta a tu tipo específico de piel, leas nuestra entrada del blog sobre los FPS, en los que te contamos la diferencia entra los FPS minerales (ideales para las pieles más sensibles y reactivas) y los FPS químicos.
Calmar la piel sobreexpuesta por lo excesos del verano: Si olvidaste la importancia de aplicar el protector solar o no aplicaste la cantidad suficiente… el daño ya está hecho. El sol y la radiación de los rayos UVA que recibe nuestra piel, se acumula en ella para el resto de nuestra vida.
Una quemadura producida por el sol duplica el riesgo de sufrir un melanoma por lo que resulta imprescindible acudir a un médico dermatólogo que pueda valorar y examinar nuestra piel para detectar signos de advertencia temprana de carcinomas y melanomas maligno. La prevención es clave para detectar cualquier cambio o un nuevo crecimiento en la piel.
Además, tras los excesos del verano, debemos ser conscientes de la importancia de retomar los hábitos de vida saludables; una dieta equilibrada y la práctica de deporte serán clave para desintoxicar nuestro organismo.
Los tratamientos médicos y estéticos te ayudarán a que tu piel recupere la salud y la hidratación: los peelings, la mesoterapia, los tratamientos de despigmentación para tratar las manchas solares, el tratamiento de plasma rico en plaquetas, las inyecciones de ácido hialurónico y el bótox podrán favorecer la rápida recuperación y regeneración de la piel, así como contribuir a luchar contra el envejecimiento celular. Un diagnóstico objetivo permitirá llevar a cabo un tratamiento integral que responda a las características individuales de cada paciente y las necesidades de su piel.