Los factores medioambientales, la exposición solar, la contaminación, la actividad física y la alimentación influyen de manera directa en la salud e hidratación de nuestra piel. A la hora de proteger nuestra piel para prevenir el envejecimiento prematuro, es fundamental prestar especial atención a cómo la hidratamos.
Nuestro cuerpo está compuesto por un porcentaje de agua mayor al 50% y es fuente de energía fundamental para que nuestro organismo realice todas sus funciones de manera correcta y adecuada.
A nivel corporal, mantenerse bien hidratado ofrece un gran número de beneficios, tanto por dentro como por fuera como:
Mantener el peso: ¿Sabías que la sensación de hambre que sientes podría ser el resultado de la sed? Las células presentes en nuestro organismo tienden a enviar señales de alerta relacionadas con el hambre al cerebro cuando el cuerpo no se encuentra bien hidratado. Es por ello por lo que llevar una botella o vaso de agua con nosotros y beber de frecuentemente puede ayudar a que nuestro cerebro tenga la sensación de saciedad y reducir el apetito (además de la ingesta de agua también ayuda al cuerpo a eliminar los subproductos de grasa y otras toxinas que el cuerpo ya no necesita).
Buena salud mental: Una hidratación correcta ayuda a equilibrar nuestro estado de ánimo ya que favorece la función cerebral. Esto se debe a que cuando existe una hidratación adecuada el flujo de sangre mejora y el oxígeno que llega al cerebro nos ayuda a fortalecer la función cognitiva y la memoria.
No a la fatiga. La ecuación aquí es muy sencilla: un cuerpo bien hidratado es un cuerpo bien energizado. La hidratación puede favorecer un mejor sueño aunque hay que prestar atención a no beber demasiada agua a medida que se acerca la hora de irse a dormir, para no desvelarse en medio de la noche.
Ayuda a reducir la presión arterial alta y el colesterol: Gracias a una buena hidratación se logra mantener un buen flujo de sangre a través de las venas y arterias. Además también ayuda a evitar que el cuerpo produzca más colesterol (lo que a menudo puede ocurrir cuando el cuerpo no ha tenido suficiente agua).
Retrasar el proceso de envejecimiento celular: Nuestros órganos necesitan agua para mantener sus niveles máximos de funcionamiento. Cuando nuestros cuerpos se deshidratan, nuestros órganos se quedan trabajando más duro, y como consecuencia envejecen antes.
Por otro lado, hay que tener presente que rehidratar nuestra piel es tan importante como rehidratar nuestro organismo .Aplicar la hidratación directamente en la piel por medio de cremas y determinados productos es crucial para mantener su salud y una bonita apariencia. ¿El por qué? Muy sencillo: la piel es un órgano (concretamente el más grande de todo el cuerpo, tema que ya tratamos en un post anterior del blog) que necesita, al igual que cualquier otra parte de nuestro organismo, un hidratación apropiada para rendir al máximo.
Todos los días perdemos grandes cantidades de agua. Es por ello por lo que estos líquidos deben reponerse de manera periódica y frecuente, y no sólo bebiendo agua; la piel también se seca y necesita un extra de hidratación para mantener su brillo y luminosidad.
Mantener una rutina de hidratación diaria es indispensable para lograr una piel tersa y saludable. Por ello, desde Lunik te recomendamos seguir estos sencillos cuidados:
- La limpieza diaria: El paso más importante para lograr una piel sana es la limpieza regular ya que ayuda a que los productos y tratamientos anti-envejecimiento funcionen correctamente, penetrando en la piel de manera más profunda cuando no hay acumulación de suciedad. Además, la limpieza ayuda a mantener un correcto tamaño de los poros y estimula la hidratación adecuada de la piel (previniendo la excesiva producción de aceites).
- El tónico como indispensable en tu rutina de belleza facial: Los tónicos nos ayudan a conseguir un equilibrio en el PH de nuestra piel. Su aplicación deberá ser a toquecitos, con un algodón o con los dedos, evitando arrastrar el producto.
- Hidrata la piel de tu rostro en profundidad con el sérum: El sérum potencia los efectos de la crema hidratante, ya que penetra en las capas más profundas de la piel. Si aplicamos el producto antes de aplicar la crema hidratante, conseguiremos un mejor resultado.
- Crema hidratante: Utilizar el tipo de crema hidratante que mejor se adapte a tu tipo de piel ayudará a mantener su equilibrio. Cuando la piel está demasiado seca o demasiado grasa, comienzan a surgir muchos problemas en la piel, como en el caso del acné. ¿Tienes la piel seca? ¿Exceso de grasa? ¿Le falta luminosidad a tu piel? Según tus necesidades tendrás que elegir una crema u otra. La hidratación correcta puede reducir la aparición de otras imperfecciones como manchas y además permite lucir un maquillaje sin cuarteados.
En Lunik contamos con un equipo multidisciplinar de profesionales que estarán encantados de asesorarte en todo lo relacionado con cuidados faciales y corporales, tanto estéticos como médicos. Para conseguir los mejores resultados en tratamientos de belleza, es de vital importancia llevar a cabo una valoración y un diagnóstico personalizado que se adapte a tus necesidades individuales.