La flacidez muscular puede ser causada por una variedad de factores, algunos que resultan en una caída permanente. En el anterior artículo del blog hablamos sobre qué es la flacidez cutánea y cómo deshacernos de ella pero, ¿y la flacidez muscular? ¿Acaso es lo mismo?.
La respuesta es un no rotundo.La piel externa, o epidermis, se adhiere mediante la hipodermis al músculo subyacente, y es este músculo, junto con la elasticidad natural de la piel, lo que determina la tensión de las diferentes zonas de la piel como la cara y los brazos. Las lesiones, las infecciones y la fuerza de la gravedad pueden afectar en la calidad y salud de los músculos que forman nuestro cuerpo.
¿Qué factores influyen en la flacidez muscular?
La edad
La edad afecta tanto a tus músculos y a tu piel. Bajo el peso de la piel y la grasa, los músculos pueden estirarse y caerse con el tiempo. La pérdida de elasticidad de la piel también puede contribuir a un aspecto facial caído. El daño solar y el tabaco, además de la edad, pueden contribuir a la descomposición del colágeno que es necesario para mantener la elasticidad de la piel.
Exceso de grasa
A veces la flacidez muscular es causada por un exceso de grasa. Después de la edad de 30 años, la grasa corporal tiene una tendencia a aumentar y el músculo magro generalmente disminuye. Estos cambios se deben en parte a los cambios hormonales que ocurren con la edad, pero también a la tendencia a ser menos activos. Los cambios hormonales hacen que la tasa metabólica disminuya, lo que significa que se queman menos calorías a lo largo del día. Un metabolismo más lento sumado a la falta de ejercicio físico pueden traducirse en un aumento de peso. La fuerza gravitacional, que tira de manera constantemente de la piel, facilitará la aparición de flacidez muscular, en especial en la parte posterior de los brazos.
Enfermedades y trastornos hormonales
En algunos casos, la flacidez puede producirse por problemas de salud o desarreglos hormonales presentes en enfermedades de la tiroides (como el hipotiroidismo).
Es el caso de la flacidez facial total o parcial debido a lesiones nerviosas o un derrame cerebral. En este último caso, la pérdida de suministro de sangre al cerebro debido a una obstrucción o hemorragia lleva a la muerte de las células cerebrales, lo que puede causar parálisis en la cara y otras partes del cuerpo.
Además, existen ciertos tipos de enfermedades (como la parálisis de Bell), que pueden causar una caída muscular cuando las terminaciones de los nervios faciales se inflaman debido a infecciones virales.
¿Cómo prevenir la flacidez muscular?
La buena noticia es que, ¡la flacidez muscular puede prevenirse! En la mayoría de los casos, el tono muscular de los brazos, abdomen y piernas se puede recuperar sin importar la edad que tengas; siempre y cuando lleves a cabo las rutinas que te indicamos:
No pierdas peso demasiado rápido: Despídete de las dietas milagro que prometen perder 10 kilos en 1 mes (como en el caso de las dietas a base de líquidos exclusivamente). Para perder peso de manera saludable lo recomendable será combinar dieta y deporte; perder peso mientras se desarrolla el músculo permitirá deshacernos de la flacidez muscular y poner a tono nuestros músculos, manteniendo un rango de pérdida de peso de entorno a 1kg o 1,5kg a la semana. Cuanto más lenta sea la pérdida de peso, más tiempo tendrá la piel para adaptarse y no perder su elasticidad y conexión con el músculo.
Una dieta rica en proteínas con aminoácidos esenciales: Las proteínas nos ayudan a construir y mantener el músculo. Además, son de gran ayuda para perder grasa. La cantidad de proteína que necesita cada persona dependerá de su peso y de su ingesta calórica diaria, por lo que es importante contar con un profesional de la nutrición que pueda asesorarte y guiarte para llevar una dieta equilibrada.
También es muy importante comer alimentos ricos en vitaminas C, E, A, complejo B y K así como ácidos grasos esenciales y minerales (en concreto el selenio, cobre y zinc): Todos estos nutrientes esenciales son los que ayudan a los músculos y a la piel a mantener su tono y están presentes de manera natural en verduras, frutas y proteínas.
Nunca pierdas peso sin hacer ejercicio: La regla de oro. Si pierdes peso sin hacer ejercicio, perderás peso, sí… ¡pero también perderás el tono muscular subyacente! El músculo no crecerá en el área donde se pierde grasa y la piel se arrugará y caerá.
Incorpora los entrenamientos de fuerza a tu rutina fitness: Si tienes una dieta para bajar peso y exclusivamente te dedicas a hacer cardio (como correr o montar en bicicleta) perderás grasa pero también mucho músculo. Combinar tus entrenamiento de resistencia con entrenamientos que incluyan pesas ligeras te permitirá desarrollar el tono muscular.
Es importante tener en cuenta que el entrenamiento de fuerza no tiene un impacto en el exceso de tejido graso, pero desarrolla el músculo magro debajo de la grasa. La incorporación de dos a tres ejercicios de entrenamiento de fuerza puede desarrollar efectivamente el tono muscular, ya sea utilizando ejercicios de peso corporal, ejercicios con pesas libres o entrenando en un gimnasio en máquinas de entrenamiento de fuerza.
La electroestimulación: Como ya te contábamos en la entrada de nuestro blog “Electroestimulación: ¿Es realmente perjudicial para tu cuerpo?”, la electroestimulación es un tratamiento beneficioso y eficaz que te permitirá tonificar tu silueta y músculos.
Además de la electroestimulación, existen otras terapias de modelación corporal. Es el caso de EMSCULPT, que se presenta como el único procedimiento no invasivo y útil para tonificar los músculos y quemar grasa al mismo tiempo.
Es importante resaltar que todos estos tratamientos precisarán de la supervisión por parte de un profesional. En Lunik contamos con un equipo que podrá valorar y establecer las necesidades de tu piel para que puedas cuidarte tanto por dentro como por fuera.